El 20 de junio, el Sol entra en Cáncer y da inicio a una nueva temporada astrológica, más sensible, emocional y, sobre todo, enfocada en lo que realmente importa: los afectos. Este cambio también marca el Solsticio de Invierno en el Hemisferio Sur, por lo que no es casualidad que la energía del momento invite a la introspección y al recogimiento. A continuación, descubre cómo la llegada de Cáncer activa recuerdos, emociones y vínculos.
Llegada de Cáncer
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Cáncer está regido por la Luna, astro de las emociones, los recuerdos y la vida interior. Cuando el Sol transita por este signo, todos nos volvemos un poco más conectados al pasado, a nuestras raíces y a las personas que nos brindan seguridad emocional. Es común que surjan sentimientos de nostalgia, deseos de cuidar y ser cuidados, e incluso cierta melancolía en el ambiente. Además, como Cáncer se asocia con la familia y el hogar, esta fase suele destacar la importancia de los vínculos afectivos. Por eso, no te sorprendas si de repente sientes ganas de ver a tus seres queridos, rescatar tradiciones o fortalecer lazos antiguos.
Emociones a flor de piel
Otro aspecto destacado de este período es la intensidad emocional. Incluso si no eres una persona muy sentimental, durante el tránsito del Sol por Cáncer puedes notar que te conmueven más fácilmente situaciones cotidianas. Un gesto de cariño, un aroma familiar o una canción del pasado pueden provocar lágrimas o sonrisas inesperadas. Aun así, es importante recordar que, junto con la sensibilidad, puede venir una tendencia a guardar rencor. Por eso, trata de no cerrarte demasiado y elige el diálogo en lugar del silencio cuando algo te incomode.
Vínculos, raíces y acogida
Más que nunca, esta temporada es una invitación a reconectarte con las personas que forman parte de tu historia. Puede ser un buen momento para resolver asuntos emocionales pendientes, retomar contactos importantes o incluso reconciliarte con tu pasado. También es tiempo de mirar hacia dentro y atender tus propios sentimientos. Escuchar tu corazón, entender lo que sigue sin resolverse y buscar contención emocional hace parte del proceso. Al final, no puedes cuidar de los demás si no cuidas primero de ti mismo.
¿Cómo aprovechar la temporada de Cáncer?
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Acepta la sensibilidad: no luches contra las emociones. Siente y acoge.
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Refuerza los lazos afectivos: un simple “te extraño” puede hacer toda la diferencia.
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Cuida de tu casa y tu cuerpo: crear un ambiente acogedor ayuda a sentirte en paz.
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Permítete descansar: el mundo no se va a acabar si te tomas un tiempo para ti.
Por último, la llegada de Cáncer no solo activa nuestra memoria afectiva, sino que también nos recuerda que pertenecer y amar son necesidades humanas. Es momento de nutrir vínculos auténticos, acoger nuestras emociones y permitir que la vida fluya con más cariño y empatía. Así que aprovecha este ciclo para reconectarte con lo que de verdad importa.